Se encuentra usted aquí

Soy Pablo Muñoz. Y he nacido para ser traductor de inglés a español especializado en localización de videojuegos, software, sitios web y aplicaciones para móviles. Cuando no estoy sumergido en un proyecto de traducción, me dedico a Algo más que traducir —mi blog sobre traducción— y a impartir cursos y conferencias especializadas.

Pablo Muñoz

En 2007 me licencié en Traducción e Interpretación por la Universidad de Granada. Ese último año de carrera también trabajé en su Servicio de Traducción Universitario como traductor inglés-español y gestor de proyectos.

En AbroadLink, la agencia de traducción de Granada en la que empecé a trabajar como traductor e ingeniero de localización al terminar mis estudios, aprendí el valor del trabajo en equipo y la agilidad para responder frente a tiempos de entrega exigentes.

Pero el trabajo que definitivamente ha marcado mi carrera profesional fue mi estancia de dos años en Nintendo of Europe en Frankfurt (Alemania) como traductor. Formar parte de un equipo internacional y altamente especializado hizo que me decantara definitivamente hacia proyectos con un marcado rasgo creativo y tecnológico.

Por si fuera poco, aproveché parte de mi tiempo libre en Alemania para estudiar el Máster Europeo en Traducción Audiovisual de la Universidad Autónoma de Barcelona, donde profundicé, entre otros, en las disciplinas de doblaje, subtitulación y localización. Tanto fue así que, en 2011, los profesores que me dieron clase me brindaron la oportunidad de ser profesor de algunas unidades de dicho máster.

Hoy en día estoy establecido en Madrid. ¿El motivo? Poder trabajar a media jornada como traductor, revisor y tester externo, a través de una agencia, para el departamento de localización de una de las multinacionales más importantes que existen actualmente sobre búsquedas y tecnología en Internet, donde llevo desde 2010 desarrollándome como profesional de la localización.

Cómo empezó todo

¿Qué crees que puede ocurrir cuando le das una Super Nintendo a un chaval de diez años? Probablemente hará exactamente lo que yo hice: quedar maravillado ante las posibilidades de entretenimiento y el despliegue visual que ofrecía.

Sin embargo, también ayudó a despertar mi vocación: para poder jugar al increíble Might and Magic II necesitaba contar con una traducción del manual de instrucciones que venía en inglés. Como por aquel entonces Internet no estaba en nuestras vidas (no imagináis lo analógico que me siento escribiendo esto), no tuve más remedio que escribirlo yo mismo. Había nacido un traductor.

Con 14 años, descubrí el romhacking y un enorme mundo se abrió ante mí. Tenéis que tener en cuenta que en aquellos tiempos los juegos no solían venir localizados y muchos aficionados teníamos que desarrollar por nosotros mismos de manera colaborativa las traducciones para jugar a joyas como de verdad se merecían. Así que fundé Sayans Traductions, mi propio grupo de romhacking .

Eso abrió posiblemente el capítulo más divertido y prolífico de mi vida. Secret of Mana, The Legend of Zelda, Phantasy Star IV o Final Fantasy VI fueron solo algunos de los títulos que traduje movido únicamente por mi pasión. Por el camino, aprendí mucho más de lo que imaginaba sobre traducción, trabajo en equipo y tecnología.

Los años pasaron y junto a la traducción amateur de videojuegos también dediqué mi tiempo libre a colaborar con un fansub traduciendo al castellano desde el inglés grandes series de animación japonesa como Haibane Renmei o GunParade March .

Llegué a la Universidad y a punto estuve de decantarme por la informática. Por suerte para mí y el mundo de los ordenadores, terminé decantándome por la traducción. Sin embargo, con el tiempo he podido comprobar que la tecnología ha sido una constante en mi trabajo como traductor.

Acabé los estudios y viví en Dublín durante casi un año. Allí no sólo perfeccioné mi nivel de inglés: también aprendí inestimables lecciones sobre la vida y conocí amigos que siempre lo serán.

¿Quién sabe? Si me contratas, puede que también acabemos siendo los mejores amigos.